martes, 25 de enero de 2011

Sueños-.

Una vez recuerdo quedarme dormida en uno de los asientos de un tren de camino a Bruselas.
Mi sueño fue muy raro; hacía frío, pero también calor.
Estaba tranquila, pero a la vez nerviosa.
No sentía nada, pero es cierto que también lo sentía todo.
Fue una batalla entre mis sentimientos.
Y tratar de pararlo resultó como levantar una piedra que tenga más masa que tu propio cuerpo; algo prácticamente imposible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario